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El respeto y la relación con la tierra siguen siendo pilares fundamentales en la cerámica contemporánea ecuatoriana, especialmente en una época en la que los desafíos medioambientales son cada vez más urgentes, así como el entedimiento sobre el orígen mismo de la cerámica en la madre naturaleza- la tierra, el vientre fértil y el fuego, la chispa de la creación-el horno.

Muchxs ceramistxs contemporánexs buscan retomar las antiguas prácticas sostenibles de las comunidades indígenas, al tiempo que exploran nuevas formas de creación respetuosas con el medio ambiente. El uso de arcillas locales, la reducción de residuos y la búsqueda de procesos de cocción más ecológicos son temas que se han vuelto cada vez más relevantes dentro del arte cerámico actual en Ecuador.

La obra de la artista Rosana Fernández de Córdova con su marca NUNKA es uno de los ejemplos claves de la utilización de la materia prima de la localidad, con procesos artesanales de obtención de la arcilla con técnicas de respeto al medio ambiente, entrega piezas cargadas de significación feminista y de re autoconocimiento, que desde los espacios más intimos de su vida, abre una puerta a la espiritualidad de una comunidad sororista, para reconocernos como mujeres magas.

Así también, las obras de Jaime Aldaz de PARAMO en su estilo minimalista reflexiona sobre las interseccionalidades de la cerámica, las tierras, la espiritualidad y la poesía, con un profundo respeto al trabajo manual y su huella en nuestra existencia.


La cerámica contemporánea en Ecuador también se ha convertido en un medio para afirmar y reconfigurar las identidades culturales del país. En un contexto de globalización y mestizaje, los artistas ceramistas ecuatorianos han utilizado este lenguaje para reivindicar y visibilizar las raíces indígenas, afroecuatorianas y mestizas del país. La cerámica se ha convertido en una herramienta poderosa para resistir las homogeneizaciones culturales y dar voz a las diversas tradiciones que componen la identidad ecuatoriana.

El trabajo de muchos ceramistas contemporáneos explora la reinterpretación de símbolos indígenas y ancestrales, fusionándolos con elementos del arte contemporáneo global. A través de esta fusión, la cerámica ecuatoriana se mantiene viva, dinámica y relevante, manteniendo un diálogo constante con sus orígenes, pero también con los retos y las demandas del presente.

PICAIA de Nuno Acosta, nos entrega personajes tercerícolas, quienes han evolucionado desde su ancestralidad, a un mundo futurista pero lleno de significación ritual-estética y social.

Es así, que la cerámica contemporánea en Ecuador es definitivamente una disciplina que refleja la transformación de un país en constante cambio, donde la tradición y la modernidad coexisten y se enriquecen mutuamente. Lxs ceramistxs ecuatorianxs actuales no solo han preservado el legado ancestral, sino que lo han reconfigurado para dar voz a las inquietudes sociales, ambientales y políticas del siglo XXI. A través de sus obras, lxs artistxs ofrecen una visión contemporánea del Ecuador, invitando a una reflexión profunda sobre la identidad, el medio ambiente y la herencia cultural, mientras siguen utilizando el barro como el vehículo de expresión más antiguo y, a la vez, más innovador y versátil..


La cerámica en Ecuador ha sido, desde tiempos precolombinos, un elemento clave en la expresión cultural, la economía y la identidad nacional. Desde las civilizaciones Valdivia, Jama-Coaque y La Tolita hasta los actuales talleres artesanales y la producción industrial, la comercialización de la cerámica ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo económico y la preservación del patrimonio cultural.

Ecuador posee una rica tradición cerámica que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Las piezas arqueológicas demuestran que, desde la antigüedad, la cerámica no solo tenía un uso utilitario, sino también simbólico y ritual. En la actualidad, muchas comunidades continúan con estas tradiciones, reproduciendo técnicas ancestrales y adaptándolas a las necesidades del mercado contemporáneo. La comercialización de estas piezas no solo contribuye a la economía local, sino que también promueve el reconocimiento y la valoración del legado cultural ecuatoriano.

El comercio de la cerámica en Ecuador genera empleo y fortalece la economía de numerosos artesanos y microempresas. Localidades como Cuenca, con su producción de cerámica utilitaria y decorativa, y la comunidad de Pujilí, reconocida por sus figuras tradicionales, han convertido la artesanía cerámica en un motor de desarrollo local. La exportación de cerámica, tanto artesanal como industrial, permite la diversificación de la economía y abre oportunidades en mercados internacionales.

A pesar de su importancia, la comercialización de la cerámica enfrenta diversos desafíos. La competencia con productos industrializados de bajo costo, la falta de acceso a mercados más amplios y la limitada modernización de técnicas de producción afectan la rentabilidad del sector. Sin embargo, iniciativas gubernamentales y privadas han impulsado estrategias para mejorar la comercialización, como la participación en ferias internacionales, la creación de certificaciones de origen y la integración de tecnologías digitales para la venta en línea.

Por otro lado, la creciente demanda por productos sostenibles y con identidad cultural ofrece una oportunidad para posicionar la cerámica ecuatoriana en mercados globales. El turismo también desempeña un papel clave en la comercialización, ya que los visitantes buscan adquirir piezas auténticas como parte de su experiencia cultural.

La comercialización de la cerámica en Ecuador no solo representa un medio de sustento para miles de artesanos, sino que también es un vehículo para la conservación del patrimonio y la identidad cultural. A través de estrategias de innovación, promoción y diversificación de mercados, la cerámica ecuatoriana tiene el potencial de fortalecerse como un sector clave en la economía creativa del país.

Curadora


José Cobos, un artista y arquitecto de Cuenca, Ecuador, se graduó inicialmente en arquitectura, pero sintió una necesidad imperiosa de adentrarse más en el mundo del arte. Su inmersión en el estudio de la anatomía animal y humana mejoró su comprensión de las proporciones y la lógica detrás de la creación de formas biológicas.

Durante su primer año de exploración de las artes a través de diversos medios, José descubrió que sus habilidades de modelado estaban significativamente avanzadas, gracias a un pasatiempo de la infancia: crear animales de arcilla. Después de experimentar con diferentes formatos y materiales, decidió centrarse en la escultura en cerámica. Sus habilidades progresaron notablemente durante una experiencia de aprendizaje de tres meses bajo la guía de Juan Guillermo Vega, respetado ceramista en Cuenca. Posteriormente, José continuó sus investigaciones de manera independiente y participó en cursos que cubrían diversas técnicas, como instrumentos de arcilla, raku, alta temperatura, nerikomi y escultura de figuras humanas, aprendiendo de maestros de diferentes nacionalidades.

Con tres años de experiencia enseñando modelado a mano y escultura, las habilidades avanzadas de José han seguido mejorando. Su técnica ha evolucionado significativamente. Su dedicación a la arcilla le valió la Medalla Nacional de Honor en la Feria FAAM (la feria internacional de artes y artesanías más grande de Ecuador), organizada por el CIDAP (Centro Interamericano de Artes Populares), junto a la artista Martina Vega. Este reconocimiento también abrió nuevas puertas como dos residencias en Jingdezhen la capital mundial de la porcelana.

Estas residencias permitieron a Cobos profundizar en su trabajo y práctica con cerámica sonora, lo que le trajo aún más reconocimiento. Durante sus ocho meses en China, creó un sólido cuerpo de trabajo y ganó experiencia enseñando tres talleres en China y uno en Tailandia. También participó en varias exposiciones y performances en vivo, colaborando con figuras prominentes en el mundo de la cerámica y el arte. Hoy, Cobos espera desarrollar y compartir el valioso conocimiento de la cerámica sonora, una tradición profundamente arraigada en su país.

Martina Vega de 27 años nacida en Cuenca, Ecuador.
Se graduó como diseñadora gráfica en la Universidad del Azuay en 2021. Desde entonces, ha incursionado en el campo del diseño y se ha sumergido en el fascinante mundo de la cerámica, un arte que ha estado presente en su vida desde su infancia.

Su abuelo y su padre, talentosos ceramistas, han sido una gran influencia en su vida, pues Martina siempre admiró la habilidad y la pasión de sus ancestros por este arte. Siempre estuvo observando y aprendiendo de su padre mientras él creaba en su taller. Estos recuerdos se han mantenido arraigados en su subconsciente, emergiendo años después cuando comenzó a recordar y poner en práctica esta herencia tan maravillosa. Ahora Martina se ha convertido en una ceramista de tercera generación, siguiendo los pasos de sus antecesores.

Martina siente una conexión profunda y espiritual con la cerámica, considerándola un regalo de la naturaleza. Para ella, jugar y crear con el barro es una forma de conectar con el momento presente, permitiéndole plasmar una parte de sí misma en cada pieza que realiza. Además de dedicarse a la creación de diversas obras cerámicas, Martina ha encontrado otra pasión en la enseñanza de este arte, compartiendo su conocimiento junto a su pareja, Jose Cobos. Juntos, ofrecen clases en un acogedor espacio en su ciudad, donde reciben a personas de diferentes edades y nacionalidades interesadas en aprender sobre la cerámica.

Para Martina, trabajar con el barro va más allá de la simple creación artística; se convierte en una terapia que enseña a respetar los procesos, a ser paciente y a aceptar los errores como oportunidades creativas. Cada sesión en el taller se convierte en una experiencia enriquecedora tanto para ella como para sus alumnos, donde el barro se erige como un poderoso maestro que guía el camino hacia la expresión creativa y el crecimiento personal.

Jaime Aldaz, Ceramista. Nació en Quito, en la cordillera de Los Andes ecuatorianos.
En su práctica explora las intersecciones entre la cerámica, la espiritualidad y la poesía.

Su trabajo materializa una búsqueda continua de la comprensión de nuestra existencia en relación con los demás seres y los modos en que habitamos el mundo.
Para honrar nuestras geografías y paisajes, cada pieza es trabajada a mano con tiempo, utilizando arcillas nativas, arenas volcánicas y cenizas.

Rosana Fernández de Córdova Vega, nace en la ciudad de Cuenca, en mayo de 1985, desde niña admiró la naturaleza y sus formas.

Realizó sus estudios universitarios en el campo de la Biología, en la Universidad del Azuay, posteriormente obtuvo un master en Gestión Ambiental, en su profesión realizó constantes viajes a la Amazonía, significando su principal inspiración por la gran admiración de su cultura.

Durante la pandemia, en medio del caos; el barro la acogió y sirvió como un puente de desconexión, pero a la vez conectó su mente y cuerpo, volviendo tangibles sus emociones a través del barro; a partir de estos sentires su propuesta se basa en una analogía cuerpo –barro, en donde el movimiento es la base sus creaciones. Inició como aprendiz de alfarería, en el barrio “Convención del 45” de la Ciudad de Cuenca, y ha ido adquiriendo técnicas y conocimientos de manera autodidacta, a través talleres y clases particulares.

Su formación le ha permitido integrar elementos de la naturaleza a su propuesta dándole un valor agregado a sus piezas en un contexto ambiental y cultural. Ha participado en distintas exposiciones de sus obras, promovidas por la Casa de la Cultura Núcleo Azuay, Museo Pumapungo, Dirección Municipal de Cultura de Cuenca, EDEC.EP. También colaboró como ceramista, en el proyecto de educación artística para mujeres en rehabilitación de las drogodependencias: “Del caos a la resiliencia”. Actualmente es propietaria del taller de alfarería y cerámica artesanal “Nunka”

Nuno Acosta es un emprendedor creativo. Diseñador y editor creativo con más de 20 años de experiencia en diseño y comunicación, ha dedicado su vida profesional a explorar las manifestaciones gráficas y populares de la cultura ecuatoriana.

Creador de las figuras Tercerícolas para su marca PICAIA. Su diseño ha sido reconocido como mejor arte contemporáneo en los premios LUX, mejor diseño sostenible por los Latin American Awards y mejor diseño industrial artesanal por ASIPI. Ha realizado exhibiciones en los museos MAAC y Nahim Isaías de Guayaquil y Amantes de Sumpa en Santa Elena.

Promotor de la responsabilidad creativa y cultural, centra sus ideas en creaciones originales que resaltan el orgullo de pertenecer a Ecuador.

Cristina y Edgar son profesionales en artes visuales y artesanos. Juntos dieron inicio a la marca C&E Arte Visual. Mantienen la premisa de crear, innovar y generar una propuesta artística que promueva su identidad, la innovación de las prácticas artesanales, el cuidado del medio ambiente y la revalorización del trabajo hecho a mano.

Cristina Quinde Artista Plástica, Maestra artesana en adornos para el hogar y Gestora Cultural. Titulada por la Universidad de Cuenca, Federación de Artesanos y el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador

Edgar León Ingeniero Empresarial, Maestro artesano en mecánica general, Artista Aplicado y Gestor Cultural. Titulado por la Universidad Católica de Cuenca, Universidad de Cuenca, Gremio de artesanos de Morona Santiago, y Ministerio de Cultura.

C&E Arte Visual es un taller de arte y artesanía dedicado a la prestación de servicios profesionales enfocados en el diseño de piezas únicas y personalizadas.

Daniela Matovelle Fundadora de Kuni.
Trabajar con las manos y pintar siempre fue de mis cosas favoritas, mis primeros recuerdos son con mi abuela pintando cerámica y enseñándome a modelar con ella. Kuni nace de mis memorias y del amor que me enseñaron a tener por el arte, así puedo honrar la memoria de mi abuela y seguir conectada con ella.

Nos inspiramos en formas orgánicas y la naturaleza para crear diseños únicos. Los accesorios de Kuni complementan de manera
perfecta a todas las personas, creemos en la diversidad y la capacidad de adaptación, por lo que cada colección es exclusiva, buscando siempre estar en tendencia.

Tomás Carpio (Cuenca, 1979) es un artista visual con un fuerte compromiso con la cerámica y la expresión creativa. Desde pequeño, tuvo contacto con talleres de cerámica y oficios en su escuela donde se sintió cómodo y a gusto. Más adelante, fue asistente de varios artistas, experiencia que lo motivó a seguir sus estudios en la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca (2000-2004). Posteriormente, recibió una beca para continuar su formación en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco, Euskal Herriko Unibertsitatea (2005-2006), especializándose en cerámica y diseño.

Desde entonces, ha trabajado y explorado el vasto oficio del barro, aprendiendo a través de la experiencia y la autoformación. Su curiosidad lo llevó a recorrer diferentes talleres en el país, radicándose en Quito por varios años , y luego en Chile, con el objetivo de desarrollarse y buscar espacios donde se generara cerámica. En una etapa más reciente, esta búsqueda lo llevó a radicarse en China, en la ciudad de Jingdezhen, conocida como la capital de la porcelana, lugar donde ha encontrado un gran campo de acción y aprendizaje vivencial en la cuna del arte cerámico.

Actual mente radica en la ciudad de Longquan, capital del Celadón, técnica milenaria que antecede a la porcelana, trabajando  con materiales locales en diferentes talleres dónde produce su obra  y experimenta de una nueva etapa de aprendizaje. Su pasión por la cerámica lo anima a futuro a implementar una escuela-taller en su ciudad, un centro  de enseñanza que responda a una necesidad que ha identificado en su entorno y que le alegra y motiva a seguir en el camino y su oficio.


Oscar Eduardo Rosas Morocho nace en la ciudad del Cañar el 9 de mayo de 1993.
Licenciado en Artes Visuales de la facultad de Artes de la Universidad de Cuenca.

Ceramista, Dibujante, Pintor, Artista Contemporáneo.

Creador de la marca/Taller Uku cerámica Artística.

Su trabajo se enfoca en la investigación de la cerámica precolombina del Ecuador así como., el desarrollo y práctica de diferentes técnicas ancestrales como el uso de la wactana, escultura ahuecada, cuerda, aplicación y creación de engobes, bruñido.

Manteniendo todos estas enseñanzas latentes en su cerámica creando objetos con diseños iconográficos/contemporáneos dentro de lo utilitario, decorativo y artístico.