Martina Vega

Martina Vega de 27 años nacida en Cuenca, Ecuador.

Se graduó como diseñadora gráfica en la Universidad del Azuay en 2021. Desde entonces, ha incursionado en el campo del diseño y se ha sumergido en el fascinante mundo de la cerámica, un arte que ha estado presente en su vida desde su infancia. Su abuelo y su padre, talentosos ceramistas, han sido una gran influencia en su vida, pues Martina siempre admiró la habilidad y la pasión de sus ancestros por este arte. Siempre estuvo observando y aprendiendo de su padre mientras él creaba en su taller. Estos recuerdos se han mantenido arraigados en su subconsciente, emergiendo años después cuando comenzó a recordar y poner en práctica esta herencia tan maravillosa. Ahora Martina se ha convertido en una ceramista de tercera generación, siguiendo los pasos de sus antecesores.

Martina siente una conexión profunda y espiritual con la cerámica, considerándola un regalo de la naturaleza. Para ella, jugar y crear con el barro es una forma de conectar con el momento presente, permitiéndole plasmar una parte de sí misma en cada pieza que realiza. Además de dedicarse a la creación de diversas obras cerámicas, Martina ha encontrado otra pasión en la enseñanza de este arte, compartiendo su conocimiento junto a su pareja, Jose Cobos. Juntos, ofrecen clases en un acogedor espacio en su ciudad, donde reciben a personas de diferentes edades y nacionalidades interesadas en aprender sobre la cerámica.

Para Martina, trabajar con el barro va más allá de la simple creación artística; se convierte en una terapia que enseña a respetar los procesos, a ser paciente y a aceptar los errores como oportunidades creativas. Cada sesión en el taller se convierte en una experiencia enriquecedora tanto para ella como para sus alumnos, donde el barro se erige como un poderoso maestro que guía el camino hacia la expresión creativa y el crecimiento personal.